Una investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología (ESMO) 2025 y publicada en Nature revela un hallazgo sorprendente: pacientes con cáncer que recibieron una vacuna COVID-19 basada en mRNA hasta 100 días antes o después de comenzar un tratamiento con inmunoterapia vivieron significativamente más tiempo que quienes no recibieron la vacuna.
El estudio, realizado por el MD Anderson Cancer Center junto con la Universidad de Florida, analizó los historiales clínicos de más de 1,000 pacientes con cáncer de pulmón y melanoma metastásico tratados entre 2019 y 2023. En aquellos que recibieron la vacuna dentro de los 100 días relativos al inicio de la inmunoterapia, la mediana de supervivencia aumentó de 20.6 meses a 37.3 meses en los casos de cáncer de pulmón.
Para pacientes con melanoma metastásico, la mejora fue igual de llamativa: de los 167 que no recibieron la vacuna, la mediana de supervivencia fue de 26.67 meses; en cambio, de los 43 que sí fueron vacunados, muchos seguían vivos más allá de los 30-40 meses cuando se recopiló la información.
Según los investigadores, las vacunas mRNA actúan como un “despertador” para el sistema inmune. Al recibir la dosis, el sistema de defensa del cuerpo se activa, fortaleciendo la capacidad de ataque contra las células tumorales, especialmente cuando se usa junto con inhibidores de “checkpoint” (inmunoterapia).
Los científicos respaldaron sus hallazgos con modelos en ratones: al combinar la vacuna mRNA con terapia inmunológica, lograron ralentizar el crecimiento tumoral. Sin embargo, aún se trata de datos observacionales, por lo que piden precaución. Actualmente se prepara un ensayo clínico controlado para confirmar estos resultados.
Este descubrimiento abre la posibilidad de que las vacunas mRNA de COVID se conviertan en una herramienta terapéutica en oncología, más allá de su uso preventivo. Algunos expertos incluso especulan sobre el desarrollo de una vacuna universal contra el cáncer, de aplicación “off-the-shelf”, que no requiera personalización según el tumor.
Además, otro estudio reciente en la Journal of Translational Medicine revisa cómo las vacunas mRNA han evolucionado para tratar el cáncer, destacando su diseño, los mecanismos de entrega y los desafíos para integrarlas en ensayos clínicos.











