Santo Domingo.– En un avance que redefine la lucha contra el VIH, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó la lenacapavir, comercializada bajo el nombre Yeztugo, como el primer medicamento inyectable de acción prolongada para la prevención del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
La inyección, desarrollada por la farmacéutica Gilead Sciences, ofrece protección durante seis meses con una sola dosis, un logro que los expertos califican como un “punto de inflexión” en la salud pública global. Hasta ahora, la profilaxis preexposición (PrEP) requería dosis diarias o inyecciones bimensuales, lo que dificultaba la adherencia, especialmente en comunidades vulnerables.
“Con Yeztugo, damos un paso hacia un futuro donde prevenir el VIH será más accesible y sostenible”, declaró Jared Baeten, vicepresidente de Medicina Clínica de Gilead, al anunciar la aprobación.
La aprobación se basó en los resultados del ensayo PURPOSE 1, realizado en más de 2,500 participantes en África subsahariana, donde la lenacapavir demostró ser 100 % efectiva durante seis meses, sin reportes de infecciones en el grupo que recibió el fármaco.
Especialistas destacan que la reducción de la frecuencia de las dosis podría ser clave para alcanzar los objetivos de erradicación del VIH en los próximos años, particularmente en regiones con dificultades de acceso a servicios médicos continuos.
Sin embargo, el anuncio también abre debates sobre el costo y la equidad en el acceso. Aunque Gilead ha prometido licencias voluntarias para su distribución en países de bajos ingresos, activistas advierten que los mecanismos de acceso deben garantizar que esta innovación no quede reservada para los países ricos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró la aprobación como un “avance revolucionario en la prevención del VIH”, y llamó a los gobiernos a adoptar políticas que faciliten su inclusión en los programas nacionales de salud.
Con más de 39 millones de personas viviendo con VIH en el mundo, según ONUSIDA, la lenacapavir representa una esperanza tangible para reducir las nuevas infecciones y avanzar hacia una generación libre de VIH.











